–  Desarrolla en los jóvenes su capacidad analítica, critica y propositiva de las dinámicas sociales.

–  Materializar el discurso social en acciones transformadoras

–  Generar alternativas que contribuyan al mejoramiento de su calidad de vida y posibiliten la realización de proyecto de vida tanto personal como familiar y social.

–  Apoyar iniciativas que propendan por el bien común.

–  Aportar a la construcción de ciudadanía incluyente y democrática.

–  Incidir en la formulación de programas y proyectos que garanticen los derechos humanos.

–  Conciencia y sensibilidad social.

–  Sentido de pertenencia e identidad nacional.

–  Aportar en construcción de cultura política de participación que involucre, desde lo cotidiano, a todo tipo de ciudadanos, en especial al que se mantiene indiferente.

–  Responder al vació espiritual y desesperanza de hombres y mujeres.

–  Enlace generacional y reducción de polarización de clases.

–  El descubrimiento de riqueza interior; una vez el sujeto es fortalecido, emprende y aporta en la construcción de comunidad.

–  Fortalecer el tejido social y la capacidad organizativa de las comunidades.